1. Vive el Aquí y el Ahora. Recuerda que pensar demasiado en el pasado deprime y pensar demasiado en el futuro angustia. Despierta agradeciendo tu día (a Dios, a un Ser Superior, a la Vida). Agradece por lo que eres, lo que haces y lo que tienes.
2. Conéctate contigo mism@. Busca un lugar en tu hogar en donde de preferencia haya una planta, y si da el sol, mejor. Respira profundamente y lentamente. Llena tu cuerpo de oxígeno, poténcialo reteniendo el aliento unos segundos.
3. Toma agua caliente con unas gotas de limón y una pizca de bicarbonato para comenzar tu día.
4. Mueve tu cuerpo. Haz de 20 a 40 minutos diarios de ejercicio físico, baila y canta, crea una rutina.
5. Desayuna. Disfruta tu desayuno completo con proteína para tu reserva cognitiva (huevo, espinacas, etc). Una alimentación saludable es una sana inversión para tu cuerpo.
6. Lee por lo menos un artículo que te alimente con buenas reflexiones y pensamientos sanos. Lee sobre un tema que no conoces y que te gustaría aprender.
7. Dúchate. En la ducha, relájate, siente el agua, cierra tus ojos y mientras te duchas, conéctate con tu propio Ser (es un masaje para ti, y de ti con uno de los elementos más poderosos, el agua), y mientras te duchas, reflexiona sobre lo que leíste para así crear pensamientos saludables.
8. Convive con tu familia y exprésales continuamente cuánto los amas. Esta es una gran oportunidad para aprender el trabajo colectivo. Sé líder positivo, ayúdalos a todos a “colaborar” en las tareas del hogar, “disfrutando” esta responsabilidad; fomenta su sentido de pertenencia y elimina la expresión de “sacrificio” para el trabajo colaborativo.
9. Organiza tu tiempo. Si tienes que trabajar de casa, organiza tu tiempo, tu espacio para que, una vez que te hayas dado a ti mismo tu tiempo y hayas organizado tu espacio, entonces lo hagas para los demás, así vas a producir mejor. Y si no tienes que trabajar, cuida tu tiempo en los medios digitales y hazte experto en depurar información tóxica.
10. Cuida tus “snacks”. Que sean saludables y digeribles (la mitad de una fruta con nueces, una barrita de fibra, jícama con limón).
11. Potencia tu “niño libre interior”. Como lo decía el Dr. Erick Berne, juega, ríe, disfruta, usa tu creatividad, convive “disfruta tu niño interior” dale vida cuidando tus emociones.
12. Aprende algo nuevo. Ya sea cocinar, otro idioma, busca algo que te cueste trabajo, no solamente que te guste, esto es muy importante para cuidar tu reserva cognitiva. Busca tutoriales, y diviértete haciendo lo nuevo.
13. Haz tus tres comidas diarias completas. Verduras y proteínas principalmente. “Desayuna como Rey o Reina, come como príncipe o princesa y cena como mendigo”.
14. Duerme bien. Cuando termines tu día, trata de dormirte a la misma hora. Duerme de 7 a 8 horas diarias. Cuida el entorno donde descansas (sábanas limpias, recámara ordenada) y termina tu día elevando una oración a Dios, a un Ser Superior, a la Vida. Recuerda que tu cerebro se carga durante el sueño.
Haz de estos puntos una rutina, aprovecha los 40 días que necesitamos para recablearnos y crear caminos alternos en nuestras redes neuronales (plasticidad cerebral).
*Sistema Neurointegrativo®: Concepto creado por INyES, para definir diversas acciones que, realizadas al mismo tiempo, crean un efecto bioquímico y Neuronal, potencian la Plasticidad Cerebral y protegen a nuestro cerebro, promoviendo la salud integral en la persona.